martes, 28 de abril de 2009

Como salir de la crisis en 15 días

A veces, lo sé, por diversas circunstancias, caen en mis manos libros raros, caminantes de letras sin sentido, pero que deben leerse con igual pasión que los grandes. A veces estas manos pasan hojas sin sentido y otras guardan sensaciones de vida en el definitivo momento de pasar la hoja para descubrir o redescubrir historias y enseñanzas.

Ayer, por ese azar del destino, me descubrí leyendo, en un diminuto libro que debió de estar en la celda de alguno de los monjes de la Real Abadía de San Julián de Ramos, una edición de “La Regla de San Benito” fechado en 1946 y que guardo como oro en paño en mi biblioteca.

Tengo enorme interés en todo aspecto que tenga que ver con el lado místico de las religiones y me interesa la precisa observación de las reglas que definen la vida en comunidad en los templos budistas, en aquellos que siguen la vía del Zen o en monasterios y conventos.

Hay apartados de “La Regla” que abomino y otros que me parecen sublimes. A veces salto a San Juan de La Cruz, me paseo por Santa Teresa y ahora ando detrás de meter el diente al mundo sufí.

Me dejo envolver por cualquier tonalidad de mística como encuentro con el más profundo de nuestro yo para clavarle las espinas y abrirle la puerta para huir de un ego que nos atenaza.

15 días de retiro de meditación en el centro que usted elija. 15 días para estar en silencio. Sin más tarea que la de estar presente en el absoluto aquí y ahora, fuera del ruido que nos distorsiona lo que es realmente importante. Algunos, la mayoría dicen que eso es “utopía” y yo me aferro ahora más que nunca a esa utopía para luego dar rienda suelta al no apego.

Invitaciones: Un paseo por “ Camino con corazón” o “Después del éxtasis, la colada” de Jack Kornfiled y un postre abriendo con calma “La vida tal como es” de Charlotte Joko Beck o, algo más efectivo…”El gran Despertar. Una teoría social budista” de David Loy que acabo de empezar

Por lo demás, se admiten nuevas propuestas y sobre todo. Estén en el aqui y ahora y sean felices