Cerrado por Vacaciones

Hace unas semanas, en la Escuela de Verano de Almuñecar que la Diputación de Granada organiza todos los años, le contaba a Juan Francisco Delgado, al hilo de nuestra participación en el programa “enredados” que cada vez estoy más convencido de que en este mundo de la globalización y la hiperconexión, habría que pensar en establecer lo que yo llamo los “E.L.T”, es decir, los Espacios Libres de Tecnologías. En mi caso, ahora me ha llegado el momento anual de mi retiro Zen en Luz Serena. Una semana en completo silencio en Requena trabajando en la práctica de la meditación (lo recomiento mil y una vez a todos) y allí, ni móvil, ni internet, sino desconexión absoluta. Después unos días en Madrid solo para disfrutar de una ciudad maravillosa cuando uno va solo de visita y después a Granada de nuevo donde he encontrado mi verdadero espacio, mi casa y mi mundo -Acabo de cumplir un año de Granadino-.Es el comienzo del mes de agosto cuando todo parece detenerse y hay, en la búsqueda de espacios de silencio, el encuentro con nuestro verdadero ser.

Aprovechemos lo que de bueno tienen las Tecnologías de la Información pero aprendamos, cada vez con más necesidad, a desconectar, a trabajar en nuestras propias ELT. A saber que “la moto” que hasta ahora nos vendieron ya no sirve, ha quedado obsoleta señores y señoras. Con la velocidad no se va a ninguna parte salvo a estamparse con el muro de la realidad. Consumir más no es ser más feliz, trabajar 60 horas es un paso atrás en la defensa de los intereses de los trabajadores y disfrutan aquí y ahora o mañana le pega un “jamacuco” y vaya usted a saber.

Yo desconecto. Punto y aparte. Vacaciones de verano, como las de antiguamente, dejando correr las tardes, simplemente en el disfrute de la contemplación, paseando por la vereda de los libros, enganchado al cine y a la música, al tinto de verano, a la cervecita de mediodía y a un buen ron nocturno siempre sin alevosía, con algo de premeditación y un buen espacio de moderación.

Sean felices y hasta Septiembre.