lunes, 18 de mayo de 2009

Mario

Hay un leve movimiento de tierras, que no todo el mundo percibe, cuando mueren los poetas. Hay un acuerdo distinto a la hora sagrada del amanecer y un silencio firme que derrite los relojes y cierra los ojos para no darse cuenta de las ausencias.

Yo te copié Mario, como copié, a veces al pie de la letra, aRosales y a Federico. Yo os copié mil y una vez cuando no existía los emules, los P”P y las descargas siniestras de bits. Yo os copié para provocar amores definidos soñando con vuestros libros mientras caminaba calles de Madrid para ahorrarme monedas que convertía en libros.

Hoy es un día más, vivido desde la intensidad del presente, sumando a la experiencia infinita de la búsqueda y el encuentro pero con un aire diferente.

Terminaré volviendo a ver “El Lado Oscuro del Corazón” y sentiré de nuevo un punto de emoción y una vuelta a los 20 años con tu poemas de amor. Gracias.

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