viernes, 14 de octubre de 2011

Crisis

Si comienzo este post avisando -más que diciendo- que estamos metidos de lleno en una crisis global, inmediatamente, quien esté leyendo esto pasará a pensar, seguramente sin pretenderlo, en términos solo y exclusivamente negativos.

Pueden tener una parte de razón, pero si te das una “vuelta” por el libro “El poder curativo de las crisis” de Stanislav Grof verás que, aunque enfocado en el despertar espiritual, los movimientos que denominamos crisis no tienen porque ser algo negativo sino que también tienen una buena parte de “emergencia” en el sentido de nuevo nacimiento hacia otra realidad que pueden no ser nada negativos si se sale de ellas “bien renacido”

De la misma forma, si acudimos a la definición que aparece en la wikipedia, veremos que crisis “es una coyuntura de cambios en cualquier aspecto de una realidad organizada pero inestable, sujeta a evolución; especialmente, la crisis de una estructura. Los cambios críticos, aunque previsibles, tienen siempre algún grado de incertidumbre en cuanto a su reversibilidad o grado de profundidad, pues si no serían meras reacciones automáticas como las físico-químicas. Si los cambios son profundos, súbitos y violentos, y sobre todo traen consecuencias trascendentales, van más allá de una crisis y se pueden denominar revolución”.

Dicho esto, en lo que estamos de acuerdo es que estamos atravesando una crisis que no es, ni más ni menos, que el cambio hacia una nueva era y que, como alguna vez he comentado por estos caminos del blog, es el tiempo de lo que los budistas llaman “el Bardo”, que no es otra cosa que ese espacio entre una realidad que acaba y otra que comienza. Y es en este espacio de tiempo donde las amenazas, las inestabilidades, las pérdidas de referencia y los miedos, pueden llevar a nuestro mundo a una revolución de involución que produzca más dolor que cura.

Nosotros, como ciudadanos del mundo, tenemos mucho que decir y hacer pero siempre desde la razón y la fuerza de un nuevo modelo de ciudadanía que esta naciendo y no desde la pasión de la sinrazón y la violencia.

Es momento para la protesta contra las injusticias, para alzar la voz frente a poderes oscuros que nos atenazan, para elevar puños de rabia contenida contra los especuladores y es tiempo también para descubrir nuevos caminos pero también para fortalecer otros que siguen siendo útiles aunque desde ámbitos interesados se haga continua mala prensa.

Las Organizaciones Políticas y Sindicales, nuestro modo y forma de representación de la ciudadanía y nuestra democracia que tanto costó poner en pie son criticadas con fuerza y muchas veces con demasiada pasión violentada. Algunas veces con cierta razón pero demasiadas veces con excesiva pasión producida por el descontento.

Yo defiendo y he defendido siempre la acción política como el noble arte de ofrecer tus días y tu tiempo a la dedicación por solucionar los problemas de tus conciudadanos y conciudadanas. Yo defiendo y he defendido siempre la Constitución como norma suprema del Estado, yo defiendo y he defendido siempre la figura de nuestro Rey como garante de una paz que tanto nos costó poner en vida (siendo un Republicano convencido pero egoísta) y yo defiendo y he defendido siempre la labor de hombres y mujeres que a través de organizaciones sindicales han trabajado y trabajan por la defensa de los trabajadores y trabajadores.

El problema es que en estos tiempos de “Bardo” y en ese espacio que comentaba antes donde impera el miedo, la inestabilidad, y la falta de referentes de todo tipo, se produce el “totum revolutum” para meter en el mismo saco todo aquello que nos huele a pasado, pensando en que todo lo que está por venir será mucho mejor cuando, bien lo sabemos si acudimos a la historia, no siempre es así.

Ahora es momento de exigir, de protestar, de imaginar un mundo nuevo, de pensar en nuevas formas de hacer las cosas, incluso de nuevas maneras de imaginar e incluso de ser y, sobre todo de estar; pero también es el momento de parar y templar para que desde la razón y la palabra logremos que esta crisis sea el germen de una sociedad más solidaria, justa y sostenible.

Todos y todas debemos poner sobre la mesa nuestro grano de arena para que esta crisis sea curativa y la mejor forma que nuestra democracia tiene es vehicular esas propuestas a través de Partidos Políticos y organizaciones que tengan o puedan tener representatividad para llevar a cabo una acción transformadora de nuestra realidad en un mundo globalizado.

En nuestro país nos metemos de lleno en una campaña electoral de gran calado. Es el juego democrático, es el derecho al voto por el que tanta gente murió para hacerlo realidad. Ya no es solo trabajo de cada cuatro años, claro que no, pero es buen momento para promover la participación, el diálogo y la razón para entre todos y todas y frente a esos oscuros poderes que tratan de subvertir el orden, hacer que el nuevo mundo que está al otro lado de esta incierta laguna que atravesamos sea, como decía antes, un mundo de Libertad, Igualdad y Fraternidad.

Necesitamos que esa salida de la crisis se haga desde posiciones de izquierda. Es necesaria la movilización de fuerzas, ánimos y deseos, para retomar el rumbo en nuevos caminos. Yo apelo a la unidad de la izquierda frente a los que batallan cada día por dar un golpe en la mesa y reventar muchos de los derechos que nos hemos dado como ciudadanos y ciudadanas desde finales de la II Guerra Mundial. Yo abogo desde aquí por la defensa de nuestro Estado del Bienestar y la defensa de los trabajadores y trabajadoras frente a los opresores, porque aunque pueda parecer arcaico, la realidad es que esto está ocurriendo aquí mismo…a tu lado.


2 comentarios:

Almanjayar dijo...

Estimado Juanca.Es evidente que no se puede salir de la crisis desde posiciones de izquierda ya que han sido los últimos 8 años de la izquierda la que nos ha metido en esta situación.Hay que aprender de los errores y que esto nos sirva para no volver a caer en zapateros,pepiños y demás gente aprovechada que solo miran para si mismos y no para el pueblo.Hay que dar un voto de confianza a la opción de centro y progreso que va a gobernar desde el próximo 20 N.Un abrazo

jcmontoya dijo...

Estimado amigo/a: Es evidente que la confianza que solicitas es al Partido Popular como opción de Centro y "progreso". Solo puedo contestarte que enfiles la mirada hacia Madrid, hacia Cataluña, Hacia Valencia, Hacia Castilla y León, hacia Castilla La Mancha, Hacia Extremadura...y todos aquellos sitios donde gobierna esa marca "de centro y progresista" y verás los recortes duros en todo aquello que tiene que ver con políticas públicas y Estado del Bienestar. Yo me refiero a la izquierda y todos entendemos bien lo que es la izquierda. De la misma forma es evidente que, como socialista y además militante, no solo pido el voto para la formación en la que milito, sino que la gente vaya a votar....y que lo haga a la izquierda...al psoe o a aquine quiera pero que vayan. Un saludo.