Hacía ya bastantes días que no dejaba huella de mis aconteceres por este mirador. No ha sido por ganas ni por falta de cosas que contar. Es cierto que los rigores del verano invitan a la pausa y la quietud como hace nuestra gata Luna, pero esa no ha sido la verdadera razón de haber desaparecido durante algunos días.
Durante estas últimas semanas he tenido que redactar mi tesina final del Máster sobre Bienestar Social con un análisis sobre la Ley de la Dependencia, a continuación tuve la suerte de poder participar en la escuela de verano de la Diputación de Granada donde, además de trabajo, pude disfrutar de un ambiente de lujo con gente estupenda que sigue haciendo que uno crea en el ser humano.
Después también tuve el honor de poder participar en el Taller de fotografía de los Cursos Manuel de Falla en el Festival de Música y Danza de Granada (en cuanto tenga todas las fotos abriré mi sitio en flickr) donde pude compartir la pasión por la fotografía con otro montón de buena gente capitaneados por Paco con Antonio y Monty dirigiendo una preciosa orquesta de personas comprometidas con la ilusión de participar en un evento y poder dejar constancia a través de su mirada fotográfica y aprender de ellos nuevas cosas.
Una semanita merecida en la Playa disfrutando de “Saber perder” de David Trueba y de “Muchas veces me pediste que te contara esos años” de un Juan Cruz desangrado en cada línea llenando páginas de exquisita melancolía y ejerciendo de cicerone por una vida llena de periodismo en el baile de las palabras.
Y este fin de semana, como colofón, el 23 Congreso Provincial del PSOE de Granada donde Francisco Álvarez de la Chica ha vuelto a ser elegido Secretario General por cuatro años más que, seguro, habrán de ser, después, al menos 4 más. Confieso que su discurso me ha hecho reconciliarme con la labor política en la que estaba algo decaído. Gracias y felicidades.
Ahora vuelve un poco de calma que me ha de servir para ponerme al día en una mesa llena de papeles, compromisos de fotografías por enviar y el fin de semana a disfrutar de mi hermana, mi cuñado y nuestra querida sobrina Lucía.
Los que bien me conocéis sabéis lo que significa esto un año después de iniciar mi vida en esta maravillosa ciudad de Granada de la que me había enamorado cuando la conocí en el 85 y a la que ahora vuelvo para definitivamente habitar en ella.
Ha sido la confirmación de que la tormenta ya había pasado del todo y, como siempre, el sol estaba de nuevo habitando en la vida. Como se dice en el budismo Zen “Aquí y ahora, silencio y prudencia”
“La vida no es un problema a resolver sino una realidad a experimentar”. Alan Watts.
Durante estas últimas semanas he tenido que redactar mi tesina final del Máster sobre Bienestar Social con un análisis sobre la Ley de la Dependencia, a continuación tuve la suerte de poder participar en la escuela de verano de la Diputación de Granada donde, además de trabajo, pude disfrutar de un ambiente de lujo con gente estupenda que sigue haciendo que uno crea en el ser humano.
Después también tuve el honor de poder participar en el Taller de fotografía de los Cursos Manuel de Falla en el Festival de Música y Danza de Granada (en cuanto tenga todas las fotos abriré mi sitio en flickr) donde pude compartir la pasión por la fotografía con otro montón de buena gente capitaneados por Paco con Antonio y Monty dirigiendo una preciosa orquesta de personas comprometidas con la ilusión de participar en un evento y poder dejar constancia a través de su mirada fotográfica y aprender de ellos nuevas cosas.
Una semanita merecida en la Playa disfrutando de “Saber perder” de David Trueba y de “Muchas veces me pediste que te contara esos años” de un Juan Cruz desangrado en cada línea llenando páginas de exquisita melancolía y ejerciendo de cicerone por una vida llena de periodismo en el baile de las palabras.
Y este fin de semana, como colofón, el 23 Congreso Provincial del PSOE de Granada donde Francisco Álvarez de la Chica ha vuelto a ser elegido Secretario General por cuatro años más que, seguro, habrán de ser, después, al menos 4 más. Confieso que su discurso me ha hecho reconciliarme con la labor política en la que estaba algo decaído. Gracias y felicidades.
Ahora vuelve un poco de calma que me ha de servir para ponerme al día en una mesa llena de papeles, compromisos de fotografías por enviar y el fin de semana a disfrutar de mi hermana, mi cuñado y nuestra querida sobrina Lucía.
Los que bien me conocéis sabéis lo que significa esto un año después de iniciar mi vida en esta maravillosa ciudad de Granada de la que me había enamorado cuando la conocí en el 85 y a la que ahora vuelvo para definitivamente habitar en ella.
Ha sido la confirmación de que la tormenta ya había pasado del todo y, como siempre, el sol estaba de nuevo habitando en la vida. Como se dice en el budismo Zen “Aquí y ahora, silencio y prudencia”
“La vida no es un problema a resolver sino una realidad a experimentar”. Alan Watts.
1 comentario:
Ya grabé tu enlace y me alegro, tienes comentarios buenísimos. Saludos y buen verano
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