martes, 21 de julio de 2009

Revoluciones

Jiddu Krishnamurti es uno de esos grandes maestros espirituales que han sabido integrar filosofía, religión y psicología y al que de vez en cuando vuelvo para releer alguno de sus textos, pasear por el impresionante relato de sus días a través de los dos volúmenes publicados por Kairos, o descubrir nuevos textos como el que acabo de terminar. Una edición de una serie de textos publicada también por Kairos con el título “La Revolución Interior. transformar el mundo”.

Vivimos tiempos convulsos y de cambios radicales. Esta que atravesamos no es una crisis coyuntural, estamos ante una enorme crisis estructural que determinar un cambio de era. No es solo una crisis económica –vivimos con mucho más de lo que nos es necesario- es una crisis profunda de valores y de formas de vida. Ante esto ya no caben Revoluciones a la manera tradicional, ya no hay lugar para las banderas ni los himnos, ya no dan soluciones el asalto al poder que terminan quedando en un nuevo cambio de élites que terminan reduciendo los gobiernos a modernas comodidades que vuelven a los mismos errores una y otra vez.

Ahora es el tiempo de los cambios radicales en cada uno de nosotros y es ahí donde la visión de Krishnamurti se haced más grande para darnos algunas claves de la posibilidad de llevar a cabo un trabajo que nos transforme y, por tanto, transforme el mundo. El camino de la observación, la propia y constante observación de nuestras pautas y nuestro comportamiento tienen la clave. Trabajar en la no dualidad. La diferencia entre el observador y lo observado provoca sufrimiento. Es el pensamiento el que genera el miedo que nos atenaza.

La gran pregunta es “¿Es posible una revolución interior y, por tanto, exterior? Porque está claro que no podemos continuar con nuestros viejos hábitos, nuestras viejas tradiciones, nuestra vieja manera de pensar” y por tanto, como expresa Jiddu, otra de las claves ante la que nos tenemos que sentar a reflexionar es “¿Qué podemos hacer para vivir sin conflicto, para llevar una vida verdaderamente sensata, vivida con libertad y penetrante inteligencia, con cordura, con afecto, con un sentimiento de belleza? ¿Cómo hemos de vivir para que en nuestra vida no haya ninguna clase de problema, para que haya tal profundidad en ella que el hecho en sí de vivir adquiera pleno significado?”.

Llevo tiempo enrolado en esta búsqueda personal a la que invito a todos y voy adquiriendo la seguridad que es desde el instante presente desde donde es posible la transformación interior tan necesaria para provocar esa revolución pendiente que habrá de transformar el mundo; la revolución interior. Ya no es posible seguir viviendo como hemos venido viviendo hasta ahora.
Tiempos apasionantes de cambios y transformaciones. De cada uno de nosotros depende que camino recorrer. Siempre despacio por favor y mirando a los lados, saboreando cada estación de la vida y dejando que las manos y la mirada hagan su juego vital. Observar con plena atención y acariciar cada momento que pasas. Esa es la verdadera transformación

1 comentario:

poyeya dijo...

desde la serenidad