jueves, 3 de septiembre de 2009

Septiembre

Por favor ¿alguien me puede explicar la diferencia entre agosto y septiembre?.

Acabo de tomarme un instante para pasar la hoja del calendario que tengo sobre la mesa de mi despacho. La foto que hice en Luz Serena da paso ahora a unas hojas verdes que resaltan sobre el fondo de una celosía de madera –creo recordar que es de algún rincón de la Alhambra-. Además de eso, veo que hay 30 días por delante frente a los 31 de un mes de agosto que ya ni siquiera existe por ser pasado pero que fue vivo y lleno de luz.

Una ayuda, por favor…¿alguien me puede decir alguna diferencia más?.

Agosto se fue con la presencia del tiempo amarillo que continúa sus pasos, la sonoridad de un tiempo nuevo, el despertar de cada mañana y el sentirse vivo y dispuesto a la vida y al constante cambio. El imparable “Confieso que he vivido”, la majestuosa lucha de cada día y el continuo instante presente que le da sentido a lo que veo y siento.

¿hay alguna diferencia?. Septiembre llega de nuevo, como todos los años, como todas y cada una de las convenciones que nos hemos ido dando a lo largo del tiempo. Es sólo un nombre de calendario, un estado lleno de días, de horas, minutos y segundos que irán pasando solo y exclusivamente como cada uno de nosotros queramos.

La angustia vital, el mundo roto de los aburridos, la cerrazón de los agotados, las espinas de los que no se atreven a ver los claveles y el olor a césped recién cortado, el peso de las mochilas cargadas de piedras ajenas y los labios resecos no son culpa de este pobre septiembre, tantas veces vilipendiado, un nombre incomprendido y golpeado. Está en cada una de sus cabezas. Está en cada uno de sus poros que se han ido borrando con la goma de una realidad inventada.

¿Hay alguna diferencia entre Agosto y Septiembre?. Dejo volar mi verso “Y si me vence el segundero/antes del tiempo que he elegido,/diles a todos que te quise/y que fui feliz y perdurable/como el menú de aromas que nos une” y además añado un enorme “Confieso que he vivido” y confieso que seguiré viviendo abierto e inundado, pasional y desmedido, sereno y en silencio, en ruido y descalzo para sentir cada paso.

Te invito a que hagas lo mismo. No te creas nada de lo que dicen... “Esto es lo bueno, lo tuyo es lo malo, así no se hace, la vida es otra cosa, los años es lo que tiene, ya no es como antes, así es la vida, piensa en tu futuro…” y todas esas zarandajas que se inventan los que no quieren o dejaron ya de mover sus pies al borde del abismo de la ilusión.

A quien me lea: Disfruta de septiembre como lo hiciste de agosto. Los meses no son diferentes unos de otros. Es tu mente, tu sentido de la vida quien marca las diferencias.

Empieza por levantarte cada día y aún en los momentos más duros, dedica una ligera y tierna sonrisa al viento. Y luego mírate en el espejo y ten en cuenta que estás vivo…y entonces comenzarás a notar cómo, de entre los dedos, como un riachuelo de agua cristalina, el tiempo va pasando instante tras instante. Aunque cierres las manos y las aprietes no podrás retenerlo….simplemente podrás vivirlo. Es tuyo y tú lo controlas. Haz lo que quieras con él. Simplemente se feliz y rompe las cadenas que te aten.

El miedo solo es una falta de seguridad.

Somos libres, completamente libres.

¿Alguna diferencia entre Agosto y septiembre?


1 comentario:

nauj27 dijo...

Muy bueno Juanca! Qué razón llevas en tus palabras.