martes, 11 de mayo de 2010

Intransigentes

No soy de palabras malsonantes. Trato de buscar y guardar el perfecto equilibrio entre la razón y la pasión, pero he tenido ganas de expresar con palabras duras lo que siento.

“Mierda” para los intransigentes. No puedo con los que sin tenerla creen ser dueños y dueñas de la razón absurda y desmemoriada. Los que son capaces de creer que tienen en la cartera de sus días y a buen recaudo el orgullo asesino de quien se piensa perfecto a pesar de saber que “han metido la pata” hasta más allá del fondo de lo soportable. Casos cercanos conocemos todos, pero ahora grito contra el fascista de Miguel Angel Rodriguez. Un tipo siniestro que sueña con los correajes cubriéndole el pecho y que se siente orgulloso por llamar nazi al Doctor Luis Montes, un médico del Severo Ochoa al que Esperanza Aguirre y sus secuaces intentaron matar en vida.

Yo me levanto contra los débiles de mente, contra los intolerantes, contra una derecha cavernícola, violenta y desmedida que tiene a bien levantar la voz para guardar razones llenas de sospechas. Hoy tengo el corazón partido y un dolor de incomprensión por aquellos que vomitan en los tópicos y creen que su falsa sonrisa de insatisfacción debe ser el camino de una verdad sin sentido.

Simplemente es hoy. La noche de un martes tranquilo, como todos los días que surgen tras el amanecer que nos parece normal y es siempre magia pura. El tiempo cambia, nuestras vidas avanzan por los senderos que nosotros marcamos, pero hay gente que se empecina en el pasado, que grita intolerancias y que se adormece en la cama de los “justos”. Miguel Angel Rodríguez es uno de ellos.

Si después de haberse ido el gallego que ellos admiran, muchos hubiesen pisado la cárcel de por vida, hoy no tendríamos que aguantar a muchos brabucones que siguen con la boca llena de miseria.

Por la dignidad del Doctor Montes. Gracias. Ya tuve la oportunidad de podértelo decir en aquella manifestación de Madrid en la que tantos miles de personas quisimos expresar nuestro apoyo.
La vida continúa….precisa y preciosa pese a todo….aunque algunos deberían quedarse solos o ver pasar las horas sentados en un taburete frente a un par de barrotes.