Plano General de un paisaje verde, la cámara gira hacia la izquierda y aparece, a lo lejos, un pueblo, con su campanario y todo, la cámara comienza a bajar lentamente y nos encontramos con el rostro inconfundible de Agustín González caracterizado de pastor y un grupo de ovejas detrás. La cámara se detiene y Agustín, señalando el pueblo que tiene detrás, dice, con su característico e inolvidable tono de voz “Londres”, un par de segundos y, de nuevo, apuntando esta vez al rebaño sentencia “ovejas”…Y comienza así Total una de las grandes películas –esta no muy conocida por ser un capítulo de una serie de TVE que fue emitida hace años miles- de Jose Luis Cuerda (hoy voy a ver los Girasoles ciegos) en la que se nos muestra como hace tres días el fin del mundo ha llegado a Londres; el pueblo que tiene a sus espaldas Agustín González (en la peli, Lorenzo).
Lorenzo nos cuenta a lo largo de la peli (primera de la trilogía que abre “Amanece que no es poco” y cierra “Así en el cielo como en la tierra") unos sucesos extraordinarios que han ido anunciando el fin del mundo, como que las vacas quieren ir a la escuela, las paredes de algunas casas se derrumban y Doña Paquita, una de las habitantes del pueblo, se aparece en los lugares más insospechados causándola no pocos disgustos.
Pues bien, este verano que ahora comienza a marcar su fin –pero no olviden que todavía le quedan unos cuantos días- ha dado señales inestimables de que, como en Londres- el pueblo de Lorenzo- estamos ante el fin del mundo. Si, si, no se asusten demasiado. No hablamos del Armagedón, el apocalipsis o la invasión del imperio Austro-Húngaro en humilde homenaje a Berlanga y Luis Ciges.
Hablo de un “hasta aquí hemos llegado” y “todos están más perdidos que Marco en el día de la madre”. Que en lo que hasta ahora nos hemos movido ya está acabado y que no parece haber nadie que ofrezca solución o camino adecuado.
Rusia de nuevo a patadas con las barras y las estrellitas y las idem de los europeos, nadie se mueve para defender a los georgianos que dejan sangre pobre desparramada por el suelo, un hombre se muere a golpes de quien maltrata a una mujer sin que sea defendido por nadie, invitaciones de “a trabajar y a consumir” que no vienen a cuento, los peperos quieren hacerse amigos de los nacionalistas catalanes y valencianos para el tema de la financiación, la “Mirada Crítica” de Tele 5 se convierte en un vulgar patio de vecinas de la mano de la Campos, el PP trata de sacar rédito político a 154 muertos ahora que se cortan en hacerlo con los de ETA y se dice, se rumorea y se comenta que Aznar fue un buen presidente….¡¡¡paren el mundo que yo me bajo!!!. (tengo más sucesos que avalan mi teoría)
Total. Mientras tanto, el dulce verano llega a su final para dar paso a un otoño que nos irá conduciendo al invierno que, recuerden, tiene que ser frio y lluvioso como cualquier invierno que se precie (no vale quejarse) y de nuevo volverá la primavera y un nuevo verano. Esa es la vida amigos. Por lo demás déjenme dos recomendaciones.
Peli: “Primavera, verano, otoño, invierno…” de Kim Ki-duk
Libro: “La vida tal como es. Enseñanzas sobre Zen” de Charlotte Joko Beck
Lo dicho.
Lorenzo nos cuenta a lo largo de la peli (primera de la trilogía que abre “Amanece que no es poco” y cierra “Así en el cielo como en la tierra") unos sucesos extraordinarios que han ido anunciando el fin del mundo, como que las vacas quieren ir a la escuela, las paredes de algunas casas se derrumban y Doña Paquita, una de las habitantes del pueblo, se aparece en los lugares más insospechados causándola no pocos disgustos.
Pues bien, este verano que ahora comienza a marcar su fin –pero no olviden que todavía le quedan unos cuantos días- ha dado señales inestimables de que, como en Londres- el pueblo de Lorenzo- estamos ante el fin del mundo. Si, si, no se asusten demasiado. No hablamos del Armagedón, el apocalipsis o la invasión del imperio Austro-Húngaro en humilde homenaje a Berlanga y Luis Ciges.
Hablo de un “hasta aquí hemos llegado” y “todos están más perdidos que Marco en el día de la madre”. Que en lo que hasta ahora nos hemos movido ya está acabado y que no parece haber nadie que ofrezca solución o camino adecuado.
Rusia de nuevo a patadas con las barras y las estrellitas y las idem de los europeos, nadie se mueve para defender a los georgianos que dejan sangre pobre desparramada por el suelo, un hombre se muere a golpes de quien maltrata a una mujer sin que sea defendido por nadie, invitaciones de “a trabajar y a consumir” que no vienen a cuento, los peperos quieren hacerse amigos de los nacionalistas catalanes y valencianos para el tema de la financiación, la “Mirada Crítica” de Tele 5 se convierte en un vulgar patio de vecinas de la mano de la Campos, el PP trata de sacar rédito político a 154 muertos ahora que se cortan en hacerlo con los de ETA y se dice, se rumorea y se comenta que Aznar fue un buen presidente….¡¡¡paren el mundo que yo me bajo!!!. (tengo más sucesos que avalan mi teoría)
Total. Mientras tanto, el dulce verano llega a su final para dar paso a un otoño que nos irá conduciendo al invierno que, recuerden, tiene que ser frio y lluvioso como cualquier invierno que se precie (no vale quejarse) y de nuevo volverá la primavera y un nuevo verano. Esa es la vida amigos. Por lo demás déjenme dos recomendaciones.
Peli: “Primavera, verano, otoño, invierno…” de Kim Ki-duk
Libro: “La vida tal como es. Enseñanzas sobre Zen” de Charlotte Joko Beck
Lo dicho.
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