martes, 30 de diciembre de 2008

Hacia el nuevo tiempo

Se cierra el año con la brutalidad de Israel sobre Gaza (Hamás no es una hermanita de la caridad, pero la desproporción de la batalla es brutal) sin que los líderes del mundo mundial muevan un solo dedito para parar tanta barbarie.

Solo una refelxión…¿se imaginan lo que harían los líderes del mundo mundial y de esta Europa que parece servir cada vez menos -¡¡que Europa la de González, Kohl y Delors!!- si a Irán se le ocurriese lanzar una bombita en territorio Israelí. Pues que alguien me explique porque no se hace algo parecido con Israel…bueno, mejor no me lo cuenten, no me lo iba a creer de todas formas.

Que les voy a decir, pásenlo lo mejor posible, con la tranquilidad de estar vivitos y coleando, viendo mañanas y atardeceres nuevos, sabiendo que mirar a los ojos del vecino es un acto de bendita humildad ante tanta irracionalidad.

Hagan eso este año. Miren más a su alrededor. Den más fuertes los buenos días, sonrían más, dejen el paso a la persona que va a su lado antes de entrar a toda velocidad en cualquier sitio, cedan el lugar en el autobús a quien más lo necesita, métanse el claxon del coche o la moto allí donde no lo encuentren, bajen un poco el ritmo frenético de sus días, construyan sus lugares comunes con un poco más de serenidad y buen humor, si van en metro, hagan el favor de mirar antes de subir las escaleras por si alguien necesita un poco de ayuda.

Son los deberes del 2009. Besen más, amen más, lean más, jueguen más, den menos importancia a las cosas que realmente no la tienen, saboreen más las cosas, escuchen más música, vean más cine y si es español pues mejor, escuchen más y hablen menos y practiquen más el silencio reparador de observar su entorno y escucharán cosas que jamás hubieran imaginado.

Estén, simplemente estén. Con eso se comienza un camino del que no se arrepentirán.

Feliz año. Yo, por lo pronto, me voy a escuchar a Woody Allen al Palacio de Congresos de Granada.

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