Qué lastima que mañana, cuando a eso de las 7 pongamos la radio, no podamos escuchar la voz de los inconfundibles Cano y Fesser dándole la vuelta a las noticias más noticiosas, porque hoy Rajoy les habría dado un enorme regalo para parodiar hasta la saciedad desde su inolvidable humor. Sí, esa niña, la nena de Mariano ha vuelto a cerrar el debate; El Debate con mayúsculas, donde hemos visto a un Presidente del Gobierno convincente, con propuestas, merecedor de lo que ya anuncian todas las encuestas frenter a un candidato perdido, cansado, sin ideas, falto de reflejos y con cara de tener ganas de que llegue el domingo para que le dejen en paz y poder volver a casita con la familia, a ponerse la bufanda para ver los partidos, fumarse un purito, y buscar a su niña. Hasta Olga Viza, que como Manuel Campo Vidal, ha hecho un muy buen trabajo, no ha podido reprimir la sonrisa, rayando casi en la carcajada, al escuchar el remate funesto de Mariano con el “esa niña” que ya quedará para la historia.
Si de fondo no había nada de nada, de formas todavía menos. Hemos visto como Rajoy llegaba con el gesto nervioso de quien no sabe dónde meter las manos, andar ligeramente apesadumbrado y durante la retransmisión teniendo graves problemas con la salivación debido a su nerviosismo. La sequedad de boca juega malas pasadas cuando el corazón se acelera por la incomodidad de saberse perdido.
Podíamos hacer sangre, partirnos de risa, limpiarnos las lágrimas de la humorada, pedir a Rajoy que se apunte a algún curso de poesía rápida tipo CCC, pero la cosa tiene más miga que eso. No lo haremos. Simplemente hay que pedir la reflexión cautelosa de los ciudadanos para que el domingo vayan a votar con la mesura de la que ha hecho gala Zapatero. Tenemos que decirle a los ciudadanos estos cuatro días que quedan, que den la oportunidad al PP de cambiar sus formas, de relajarse, de mirarse el ombligo para cambiar de estrategias y de posturas, que ayuden a Rajoy a volver a casa, que con el se marchen los Zaplanas, los Acebes, los Pujaltes, las marquesitas y los Aznar. Ayuden a Mariano a reencontrarse con la cría. El 9 de marzo las urnas van a llenarse de votos por la ilusión y el proyecto que el Presidente Zapatero ha llevado a las casas de todos los españoles.
Esperemos todos que esto sirva para que la derecha se dé cuenta de que por ese camino no.
Cuatro años de historia del PP se han convertido en la imagen de la niña. En eso ha quedado el liderazgo de Mariano.
Si de fondo no había nada de nada, de formas todavía menos. Hemos visto como Rajoy llegaba con el gesto nervioso de quien no sabe dónde meter las manos, andar ligeramente apesadumbrado y durante la retransmisión teniendo graves problemas con la salivación debido a su nerviosismo. La sequedad de boca juega malas pasadas cuando el corazón se acelera por la incomodidad de saberse perdido.
Podíamos hacer sangre, partirnos de risa, limpiarnos las lágrimas de la humorada, pedir a Rajoy que se apunte a algún curso de poesía rápida tipo CCC, pero la cosa tiene más miga que eso. No lo haremos. Simplemente hay que pedir la reflexión cautelosa de los ciudadanos para que el domingo vayan a votar con la mesura de la que ha hecho gala Zapatero. Tenemos que decirle a los ciudadanos estos cuatro días que quedan, que den la oportunidad al PP de cambiar sus formas, de relajarse, de mirarse el ombligo para cambiar de estrategias y de posturas, que ayuden a Rajoy a volver a casa, que con el se marchen los Zaplanas, los Acebes, los Pujaltes, las marquesitas y los Aznar. Ayuden a Mariano a reencontrarse con la cría. El 9 de marzo las urnas van a llenarse de votos por la ilusión y el proyecto que el Presidente Zapatero ha llevado a las casas de todos los españoles.
Esperemos todos que esto sirva para que la derecha se dé cuenta de que por ese camino no.
Cuatro años de historia del PP se han convertido en la imagen de la niña. En eso ha quedado el liderazgo de Mariano.
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