domingo, 22 de marzo de 2009

Gassho

Este término con el que titulo este post hace referencia a una postura ritual que se realiza colocando las manos juntas en posición de rezo, manteniendo la punta de los dedos un poco por debajo de la nariz o en el pecho y un sentido gesto de inclinación ante quien se da las gracias. En realidad, este gesto tan simple y tan lleno de vida, implica un reconocimiento de la unidad de todos los seres y es una postura utilizada también para reverenciar a Budas, Bodhisattvas, Patriarcas y Maestros y, cómo no, a todos vosotros.

Hace algo más de un año y después de atravesar algunas circunstancias vitales que te provocan una de esas crisis de rompe y rasga, terremoto donde los haya y de las que tienes que remar contra todo a fuerza de empujones y collejas, decidí romper con lo que tenía, con mis días anteriores, con el espacio que ocupaba y recoger cuatro cosas para trasladarme a vivir a Granada y comenzar casi por debajo de cero.

Una tarde de un 6 de septiembre despedía en la estación de autobuses a mi hermana y mi sobrina que nos habían acompañado en los primeros días de acondicionamiento y en el momento de agitar la mano de la despedida asumí la nueva situación. Llegaba a una nueva vida, no conocía absolutamente a nadie, estaba sin trabajo, tenía 41 años y debía comenzar de nuevo de3sde la serenidad, pero en aquel momento lo único que veía eran los lagrimones que caían a borbotones.

Pero cada mañana, abría la persiana del cuarto y allí estaba el nuevo amanecer, la nueva luz, la elección propia, el instante presente y jubiloso de tomar un nuevo reto.

Hoy, algo más de un año después me siento un “granaíno” más. Rodeado de amigos, buena gente donde los haya, comenzando una nueva etapa laboral realmente apetecible, de la mano de mi querida Meri, hago gassho a todo y a todos. No pondré nombres porque vosotros sabéis perfectamente quienes sois y sois todos uno.

¿y por qué escribe éste estas cosas hoy?. Pues porque resulta que hace unos meses mandé el enlace de este blog a un concurso de El Ideal de Granada y mira por donde estoy de finalista y claro, ¿Quién me iba a decir a mi hace un año que estaría rodeado de tan buena gente y con tantas nuevas cosas para celebrar?.

Me he parado a mirar la página del periódico en su web y me ha venido todo el último año a la cabeza con la sonrisa del instante presente donde, una vez más, en gassho os doy las gracias por vuestro cariño y amistad.

A veces trato de dar un pescozón dialéctico en mis escritos, a veces los lleno de poesía, me enrabieto con alguna cosa o alabo desde la pasión otras, pero por encima de todo está el sentido último de la amistad y la comprensión porque hacer de este garito en el que vivimos un mundo mejor es tarea de cada uno de nosotros y para empezar siempre es bueno caminar con la sonrisa abierta.

Simplemente porque estamos.

Gracias

7 comentarios:

Lunatrix dijo...

Desde luego, lo difícil es no quererte siendo como eres. Esos madriles no tenían ni idea de lo que perdían, tontos ellos.

:o)

Lunatrix dijo...

Ah, y enhorabuena!!

Anónimo dijo...

Recuerdo que hace menos de un año, en el FEX de Granada, conocí a un hombre mu majete, poco a poco nos fuimos conociendo más y mejor... quién dice que las cámaras de fotos sólo sirven para hacer fotos? En este caso sirvieron de puerta para lo que era "el inicio de una gran amistad..."

Enhorabuena por ser finalista, este weblog lo vale (si no, no lo tendría en los enlaces del mio, no? :P), compi... no se yo, pero me da que estoy viviendo tu vida al revés... ahora soy yo el que quiere irse a Madrid, jeje.

Un abrazo!

jcmontoya dijo...

Gracias a los dos. Como todo lo que me rodea ahora habéis sido un buen descubrimiento. Pues sí Fermín, esa impresión tengo yo también. Un buen punto de conexión en el que, a lo mejor, en anteriores vidas y si eso de la reencarnación fuese cierto, tu y yo debimos estar muy cerca y, seguro, con una camara en la mano para captar la realidad. Te veo en Madrid y además debes cubrir esa etapa.

María Juárez dijo...

Puedo entenderte, a mi manera, ahora mismo estoy queriendo vivir eso que nos cuentas y espero poderlo hacer y sentirme tan bien como tú.
Saludos!

Unknown dijo...

Juan Carlos: recién llegada a esta ventana de tu mundo, te imagino en la estación de autobuses, despidiendo a tu familia y siento, contigo, un enorme vacío. Las circunstancias hicieron que nos conociéramos poco, pero fue el tiempo suficiente para darme cuenta de lo grande que eres y de que ni el tornado más destructor del mundo conseguirá frenarte. Un abrazo desde Madrid. Ana.

Al margen dijo...

Por caminos casuales he llegado a este blog, Juan Carlos. Creo recordar que la última vez que nos vimos llevabas contigo una cámara de video, fue en un despacho casi insultante de RTVE, e hiciste una grabación para una productora que colaboraba en una campaña electoral. Perdí tu pista, te he recordado más de una vez cuando he visitado la sede del Cervantes en Alcalá de Henares y, siempre, lo he hecho con una extraña emoción. Te conocía poco pero creo que las veces que hablamos hubo un hilo de sentimientos (esa urdimbre rara, inexplicable que es la amistad) que nos unían dentro de un mundo pequeño, tremendamente injusto con los mejores. Tú eres uno de ellos, Juan Carlos. Mi alegría por el reencuentro, por verte feliz y mi ofrecimiento de este calor a través de Internet es lo que de dejo. Y mi abrazo (por cierto, enhorabuena por tu magnífica muestra de fotografías. MR