domingo, 15 de marzo de 2009

La Iglesia hace amigos

En la portada de El País de ayer 14 de marzo, aparecía la imagen de un crio de 7 años, con esa cara de timidez, el pelo rapado producto de tanto sufrimiento y unos dientecillos a lo Ronaldo. Al cuello un endoscopio que algún médico le había regalado y una flamante corbata con uno de esos nudos que a uno le gustaría llevar en vez de la lastimera lazada que siempre cae. A su lado un bebe en brazos de una madre que, aunque no se le ve la cara, no es difícil hacerse una idea de la profunda alegría que recorre su rostro, seguramente exactamente igual a la que debe tener el padre que también se le adivina al lado. Es Andrés, un jovenzuelo de 7 años al que su hermano bebito le ha salvado de una vida de dolor y sufrimiento y quizás de la muerte gracias al tranwsplante del cordón umbilical que le va a evitar, por lo pronto, de tener que someterse a una transfusión de sangre cada 15 días. Es la imagen del triunfo de la vida, de la alegría desbordante, de lo que significa que los Gobiernos inviertan, cada vez más en Ciencia e Innovación, es el triunfo de la humanidad.

Pero ya saben que en muchos lugares públicos hay un cartel que dice “Hoy es un gran día…pues verás como viene alguien y lo jode” y eso es lo que ha estado a punto de ocurrir por la siempre buena fe y defensa de la vida de la Iglesia Católica. Ante esta marea de buen hacer de la humanidad ellos persiguen a los padres poco menos que llamándoles asesinos y claman al cielo gritando ¡¡pecadores!! y entregan ya el zipo a Pedro Botero para que vaya encendiendo las calderas en las que arderemos los que no pensamos como ellos.

Una vez más, la retrógrada Iglesia, la de este Papa oscuro, la de las sotanas siniestras, la que dio la espalda a un Jesús libertador hace la tira de años, vuelve por sus habituales fueros para hacer de nuevo miles de amigos a los que explicar la fe de su sinrazón.

Todavía se andan preguntando por los rincones que hacen sus seminarios vacios, donde están los padres que llevan a sus hijas a los Conventos, donde andan esas novicias que no sean las pobres africanitas a las que engañan tan vilmente. Se hacen cruces preguntándose porque los anaqueles de las librerías se llenan de bibliografía sobre el Budismo, por ejemplo, y otros caminos que la gente busca en este mundo de hombres perdidos.

Ahí está el ejemplo de las respuestas que buscan. Su malvada cerrazón hace que les de igual que un niño muera porque traer al mundo otro que pueda curarlo les parece la infamia mientras absolvían a los asesinos en las crueles dictaduras que todos conocemos.

Como siempre, la Santa Madre Iglesia, haciendo amigos. José Mota, cualquier viernes, debería mandarles a “El tío de la vara”

No hay comentarios: