sábado, 21 de junio de 2008

Apoyo responsable

El melenitas, el león de la Metro, el pizpireto nuevo pijo osssea total del siglo XXI aparece por el Congreso del PP cuando este ya había comenzado y saluda, muy, pero que muy encantado de haberse conocido a sí mismo, a los que había a su alrededor en la medida de sus verdaderos deseos que no son otros sino mantener la bandera del facherío bien caliente. Lo habrán visto cientos de veces, pero una vez más no está de más.

Ayer Aznar, melenita al viento -ojalá no se haga mayor nunca y le salgan canas que es muy capaz de decir que tiene alma de Alberti, recuerden que leía poemas en la soledad de Moncloa- irrumpió en el Congreso del PP cuando ya había comenzado obligando a algunos a simular contento y a otros dominar sus orgasmos políticos. Manita por aquí, manita por allá, besos patrios y piquitos de amor que Rajoy buscaba como niño abandonado por papá en la puerta del colegio por haberse olvidado de hacerle caso.

Momentos “gomaespuma” inolvidable en el Congreso de un partido que hace años ya perdió el rumbo, los caminos y las brújulas. Simplemente porque el Partido Popular ya no pinta nada. Son los mismos perros que quieren adornarse con cadenas diferentes y no saben cómo ocultar su verdadera identidad que tanta vergüenza les da.

El Partido Popular es un partido de derechas. El centro no lo conocen ni en pintura. Los intereses que defienden no son los de la ciudadanía, ni el progreso, ni la valentía de adivinar el trabajo de un futuro para todos y todas. El Partido Popular es heredero de ese franquismo sociológico que sigue presente aunque muchos no quieran verlo. Defienden lo que defienden y punto.

No se engañen, este es un Congreso de malos actores que no saben por donde coger el guión para salir adelante. Lo único que les queda ni siquiera es la refundación sino la aparición de una derecha de corte europeo que por lo menos tenga un aire dialogante para que aquí no se rompa nunca el pacto de libertad que nos dio la Constitución después de 40 años de dictadura que la mayoría de los que están sentados en el Congreso no han sido capaces de condenar jamás.

Ayer las bofetadas y hoy, ensayando el buen hacer para hacer creer que se aman de por vida Aznar se suelta la melena con Rajoy y le ríe un par de gracias para decir luego que votará por marianito como “apoyo responsable”.

Recibir un “apoyo responsable” es el nuevo sistema digital de hachazo en la espalda que los populares se inventan para iniciar su particular guerra civil. Mejor así que envalentonados para llevarnos al infierno que es lo que realmente han querido siempre.

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