¡¡Como está el patio!!

Les confieso que, a día de hoy, no sé muy bien dónde mirar. He de decir que, en cuanto a economía se refiere, tengo alguna laguna importante, lo confieso, y si hay que ser sincero pues tendré que confesar que aprobé Economía Internacional con alguna ayudita que aquí a cuento no viene…(jóvenes de ahora, no me copien que a la larga se paga).

Digo esto, porque me cabe ahora la duda de que si llego a aprobar aquella asignatura como es de justicia, es decir, a través del estudio y la comprensión, habría comprendido hoy la aventurilla de los hermanos Lehman. Mi respuesta es que creo que no. Resulta, verán ustedes, que desde el punto de vista de la lógica más aplastante, los empresarios ponen dinero encima de la mesa para llevar a cabo un proyecto empresarial, crear o producir algo –ladrillos o conocimiento por ejemplo- y los gobiernos, si tiran a la derecha son más proclives a lo que los franceses, muy precisos ellos, denomina laissez-faire y si se van por los caminitos de la izquierda pues tratan de disponer de un mayor control de lo que ocurre en el mercado.

Hasta ahí todo correcto, pero ahora resulta que se puede crear una “pedazo de empresa” que ni vende ni hace, ni crea y te pones en unos beneficios de más de 50 millones de euros en lo que va de año y además lo puedes hacer con unos pocos “currelas”, en el caso de los hermanitos con unos 30.000 sujetos a los que puedes dejar en la calle con el portátil colgando, las boqueras llenas de tomate debido a la comida rápida y una caja de cartón llena de vete tú a saber qué. Y lo más divertido es que los gobiernos se han dedicado durante ese tiempo a mirar para otro lado sin poner el más mínimo control.

Tremendo ¿verdad?. Esto lo que indica es que esto se está acabando señores. Ni funcionó el llamado Socialismo real ni funciona el conocido “el mercado es dabuten y lo arregla todo”. El problema es que hasta el día de hoy nadie tiene una alternativa a esto, y lo que si se sabe a ciencia cierta aunque a muchos les cueste reconocerlo es que estamos así por culpa de la soberbia, la avaricia, el cuanto más mejor, y los valores se los mete usted por allí mismo.

Son tiempos de revolución y la señal de salida se ha dado ya. Pero no se asusten. Los cambios es lo que tienen. Es como cuando uno pasa por una crisis…es desde el fondo de ella desde donde se construyen alternativas. Yo por lo pronto me voy a zampar estos dos libros y les iré comentando.