jueves, 30 de octubre de 2008

Una de las dos fuma

Después de casi quince días de ver como la muerte –esa que tanto ocultamos y que sigue, como es natural, a la vuelta de cada esquina- se hizo presente en mis días por la desaparición de un muy cercano familiar, me siento a escribir sobre ello pero se cruza en este camino en el que la información sigue su galope apresurado, la presentación del libro de Pilar Urbano “La Reina muy cerca”. Dejaré para próximo post mi recuerdo a quien se marchó en el silencio de los días y me centraré ahora en las dos mujeres de la noticia.

Según Pilar Urbano, la Reina, Doña Sofía, esa mujer que todos tenemos en el corazón por haber entregado sus días a la noble tarea de hacer, junto a su marido, que los españoles olvidemos las bofetadas que en otros tiempos nos dimos, y miremos al vecino con cierta relajación, ha dicho que lo de los homosexuales pues vaya, pero que no, que lo del aborto más bien pasa y que la eutanasia pues como que no lo ve de ninguna de las maneras.

Me lo voy a tomar a guasa, le voy a dar mi puntito de surrealista humor, me voy a partir las meninges de la risa floja ante tal desfachatez. Bueno, la conclusión es que o la Sra.Urbano miente más que habla y es capaz de decir cualquier estupidez para vender algún libro más dada la crisis bananera en la que andamos metidos, o la Sra.Sofía, Reina de todos y todas los españoles y españolas, se le ha ido la pinza y se ha saltado a la torera el principio más básico de la Monarquía que, no es otro, que la no injerencia y la más absoluta neutralidad.

Bien, prefiero pensar que la Sr.a Urbano tendrá, dentro de pocos días, que pedir disculpas como hacen los japoneses. Ante el público, lágrima en mejilla y con la cabeza en posición de las más tierna humildad, porque lo contrario, es decir, que a la Reina se le haya ido la pelota, es todavía peor. Entonces habría que invitar a Doña Sofía, junto con su familia, a utilizar internet para sacarse unos billetitos de lowcost y pirarse del país pues, querría eso decir, que no acepta lo que el pueblo soberano, a través de sus representantes en el Congreso, han votado y aprobado.

De veras, una de las dos fuma cosas de esas de la risa, ya saben, los cigarritos famosos. Yo apuesto a que es Pilar Urbano la que , en la soledad de su casa, y a la tenue luz del flexo, mientras afila los lapiceros y coloca la goma de borrar en su sitio, se hace unos canutos más grandes que los que se fuma Moretti al inicio de “Abril”.

Sigo apostando por su Majestad y le veo, cada día más, a Pilar Urbano los ojos más rojos y achinaos que a la Winehouse

1 comentario:

LP-Spain dijo...

Pobretica la reina, con lo correcta y neutral que es para todas las cosas y que ahora se vea sumida y perdida en el, para ella desconocido, ruedo del circo mediático.